El abuso psicológico o emocional es una forma sutil pero generalizada de maltrato infantil. En esta forma de maltrato se utilizan los siguientes términos: maltrato psicológico, maltrato emocional o negligencia emocional. Algunas veces se consideran sinónimos, ya que tienen una repercusión análoga en el desarrollo de la personalidad del niño.
Crimen cuyas huellas no se borran, afectan aspectos cognitivos, sociales y emocionales de la vida del niño.
El abuso emocional es el maltrato psicológico que una persona ejerce sobre otra. Este tipo de maltrato comprende:
> Actitudes
> Acciones
> Palabras: como las humillaciones, los insultos, los gestos de desaprobación, el aislamiento, la descalificación personal, las codependencias, etc.
Al igual que cualquier tipo de abuso, el abuso emocional es una forma de violencia y agresión. Además, es un proceso constante que con el tiempo, deteriora nuestra autoestima e imagen personal.
Probablemente, cuando el maltrato psicológico ocurre como única forma de maltrato, tenga un efecto más adverso en el funcionamiento psicológico del niño y posterior adulto que incluso el maltrato físico, sobre todo respecto a medidas de depresión y autoestima, agresividad, delincuencia o problemas en las relaciones interpersonales.
Seguramente tendrá múltiples consecuencias a largo plazo para el niño. Consecuencias que pueden variar en función de la edad del niño, ya que un patrón cronificado de maltrato psicológico destruye el sentido de y la seguridad en uno mismo.
Esto conlleva las siguientes consecuencias:
1) A nivel de pensamientos, como sentimientos de baja autoestima (incluyendo las conductas asociadas al mismo), visión negativa de la vida, síntomas de ansiedad y depresión, así como ideas de suicidio.
2) Sobre la salud emocional, como inestabilidad emocional, personalidad borderline o límite, falta de respuestas emocionales apropiadas, problemas de control del impulso, ira, conductas autolesivas, trastornos de la alimentación y abuso de sustancias.
3) Sobre las habilidades sociales, incluyendo conducta antisocial, problemas de vinculación afectiva, competencia social limitada, falta de simpatía y empatía, aislamiento social, dificultad para ajustarse a las normas, mala adaptación sexual, dependencia, agresividad y violencia y delincuencia o criminalidad.
4) Sobre el aprendizaje, bajo rendimiento escolar, dificultades de aprendizaje y dificultades en el desarrollo moral.
5) Sobre la salud física, quejas somáticas, un estado pobre de salud y alta mortalidad.
Estos síntomas son similares a los que se observan en niños que están sometidos a violencia doméstica, donde se les aterroriza, explota o corrompe, lo cual aumenta la conducta desobediente y los síntomas de depresión, ansiedad y agresividad.
Las expresiones más frecuentes de maltrato emocional son los gritos y los enojos mayores; 86% de los hogares con presencia de agresiones de tipo emocional sufrieron gritos y 41%, enojos mayores.